Apostolado Parroquial
Las Religiosas Oblatas al Divino Amor, respondiendo al deseo de su Fundadora, Madre Margherita Diomira Crispi, se disponen a colaborar con los Pastores de la Iglesia, brindando apoyo y trabajando unidas con los diferentes grupos apostólicos y ministerios, evangelizando y haciendo presente mediante gestos, palabras y acciones del Reino de Dios.
Desde su carisma de Amor y Oblación, colaboran con las Diócesis en la animación espiritual de las parroquias y cooperan en armonía con los párrocos, en la elaboración y desarrollo del plan pastoral de conjunto que es una expresión del “ser” y el “hacer” de la misión esencial de la Iglesia en el momento actual.
La expansión de la Buena Nueva a todos los sectores de la sociedad, lleva a la transformación integral del hombre y la mujer, con la fuerza del Evangelio, erradicando aquellos modelos de vida que deshumanizan a la persona.
La misión parroquial se lleva a cabo mediante las siguientes acciones apostólicas:
- Como ministras extraordinarias de la comunión, asistentes parroquiales, vicarías parroquiales, dirigentes y responsables de grupos apostólicos.
- Formación y acompañamiento de agentes de pastoral, para que fieles a su misión, puedan ser fermento en la masa, como parte del pueblo de Dios.
- Pastoral carcelaria, anunciando la Buena Nueva a las personas privadas de libertad para reconstruir su dignidad, ayudándoles a descubrir cómo vivir libres y con la dignidad de ser hijos de Dios.
- Animación de los miembros de la parroquia y de aquellos que se encuentran alejados de Dios, para que vivan su fe, promoviendo su participación en retiros, liturgia de las horas, horas santas, rezo del rosario y adoración al Santísimo. Además, se ofrecen talleres y clases de formación bíblica, sacramental, doctrinal, litúrgica y de liderazgo.